El olivo es un árbol de tronco corto, torcido y grueso, con una copa ramosa y muy ancha, que alcanza los 10 metros de altura. Sus hojas son perennes, de color verde por fuera y gris por dentro. Su flor, conocida con el nombre de rapa, es blanca y muy pequeña, agrupada en racimos. Su fruto, la aceituna, es carnosa y aceitosa, de la cual se extrae el aceite de oliva. Es un árbol de alta longevidad, llegando a vivir miles de años. El olivo más antiguo de la península se encuentra en la localidad tarraconense de Ulldecona. Se estima que tiene 1702 años de longevidad.
Es una especie autóctona de la península, perfectamente adaptada al clima mediterráneo. Las enormes plantaciones de olivos en Andalucía contribuyen a crear un ecosistema sostenible en esa zona.
El olivo es una planta sensible a las heladas. No soporta temperaturas inferiores a -10º C. Aguanta bien las altas temperaturas, aunque pueden ser perjudiciales en su momento de floración.
Por último, el olivo tiene un papel cultural muy importante en nuestra sociedad. Es símbolo de identidad y ha tenido un papel trascendental en nuestra cultura. En su poema, ´´Arbolé, arbolé``, Lorca se refiere al olivo como un árbol seco por fuera, debido a la apariencia de su robusto tronco, pero verde y vivo por dentro.
´´Arbolé, arbolé
seco y verde``